¡¡ LA NUEVA LUCHA INTERNACIONAL PROLETARIA Y LA HISTORIA POLÍTICA DE LOS SOVIETS ¡¡
¡¡ LA NUEVA LUCHA INTERNACIONAL PROLETARIA Y LA HISTORIA POLÍTICA DE LOS SOVIETS ¡¡
Por lukymá.-Lmm.
Primera edición, en lukyrh.b/s.com ¡¡. LUNES, 25 DE NOVIEMBRE DE 2013
LA NUEVA LUCHA INTERNACIONAL PROLETARIA Y LA HISTORIA POLÍTICA DE LOS SOVIETS, EL PODER DE LOS SOVIETS Y LA DIRECCIÓN POLÍTICA ECONÓMICA DE LA URSS. Los obreros y campesinos actuaron,…y después otra vez fueron sometidos, los actuantes, los protagonistas y sus sucesores,…
¡¡REPRODUCCION DEL CAPITALISMO-IMPERIALISMO?¡¡
Con este texto pretendo explicar si la dictadura del proletariado desarrollada, en la URSS, China Popular, -principalmente-, se abordó como yo sentía y comprendía el socialismo y el comunismo,…que capté de los textos clásicos, del marxismo,…Marx, Engels, Lenin, Marta Hannecker,…junto a textos de experiencias como europeas, asiáticas, africanas, latinas,….de luchas sociales, antiimperialistas, antifeudales,…anticapitalistas,…LA IDEA BÁSICA ERA LAS POBLACIONES OBRERAS, JORNALERAS, CAMPESINAS POPULARES,…CON SUS FUERZAS ARMADAS PROLETARIAS, ELLAS SON EL PODER, DIRIGEN EN TOTALIDAD,…REALIZAN LA SOCIALIZACIÓN, CAMBIAN LAS ANTIGUAS RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN Y CONSTRUYEN OTRAS BASADAS EN LA FRATERNIDAD, SOLIDARIDAD, INTELIGENCIA, CORRESPONSABILIDAD,…Y TODO CONTROLADO Y BAJO EL PODER REAL DE LA SOCIEDAD PROLETARIA,…VAMOS DE LA CLASE OBRERA,…Siempre me preocupaba el papel del estado,…aunque sea socialista,…o sea,…la dictadura del proletariado,…llevado por el nuevo estado proletario,…con su partido comunista al frente,…dirigiendo,…gobernando,…YA TENÍA CLARO,…CON MIS ESTUDIOS MARXISTAS,…DE QUE SE PODRÍA DAR MARCHA ATRÁS EN LA REVOLUCIÓN O CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA,…

1. QUÉ QUERÍAN DECIR CON LA CRISIS DEL MARXISMO.
2. LOS MAOISTAS OCCIDENTALES Y LA CRISIS POLÍTICA DE LA CLASE OBRERA INTERNACIONAL.
//» China despedirá a la mitad de sus funcionarios.
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La medida es la mayor reorganización del sistema desde la instauración del comunismo.
TERESA POOLE Pekín 7 MAR 1998. Archivo El Pais.es
Hace casi medio siglo, un victorioso partido comunista tomó el control de China y decidió eliminar a los terratenientes. Ayer, los dirigentes del partido llevaron a cabo una nueva revolución, en esta ocasión dirigida a los millones de funcionarios que, a falta de otra ocupación, pasan el tiempo tomando té y leyendo periódicos, y cuya afición al papeleo y los trámites burocráticos sólo es comparable a su habilidad para asistir a cualquier banquete que se celebre con fondos públicos. El número de funcionarios a sueldo del Gobierno central va a reducirse a la mitad antes de fin de año.
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Pekín prepara una fuerte reducción del gasto público
Y eso es sólo el comienzo. Antes de que concluya 1999, los Gobiernos locales y provinciales deben presentar planes de reorganización que obligarán a varios millones más de burócratas a enfrentarse con el mundo real. Así lo propuso ayer un informe presentado ante la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP, Parlamento) por el secretario general del Consejo de Estado (Gobierno), Luo Gan, quien se lamentó de «la falta de separación entre el Gobierno y las empresas».La decisión se enmarca en el deseo de China de avanzar hacia una auténtica economía de mercado. La reducción de la burocracia es parte de un reajuste radical de su anquilosado aparato estatal, según informa Efe. Con este programa, el más controvertido que deberá aprobar la ANP en su sesión de clausura el próximo día 19, Pekín intenta apartar definitivamente la sofocante mano del Gobierno de algunas de las más importantes compañías chinas y alejar de esta forma el fantasma de una crisis similar a la que ya sufren sus vecinos asiáticos.
El hinchado y burocrático funcionariado de China y sus innumerables regulaciones arruinan la vida de cualquiera que intente conseguir algo en China. El secretario general del Consejo de Estado admitió todo eso ayer cuando anunció la mayor reorganización del sistema desde el triunfo comunista de 1949.
«Existe un problema serio consistente en que demasiada gente hace demasiado poco trabajo, lo que provoca la multiplicación de los trámites y la burocracia, y al mismo tiempo genera corrupción, malversación y malos hábitos sociales», declaró Luo a la Asamblea Nacional del Pueblo (Parlamento).
El secretario del Consejo de Estado no facilitó cifras, pero según los medios de comunicación chinos el número de funcionarios de la Administración central va a pasar de ocho a cuatro millones. El número de funcionarios del conjunto de las administraciones ronda los 33 millones. El tamaño del Gobierno le hace «demasiado pesado y complicado», en opinión de Luo. La primera fase de la reorganización afectará a los departamentos del Consejo de Estado. Un total de 15 ministerios y comisiones van a desaparecer y en su lugar se crearán cuatro superministerios, lo que significa que el número de departamentos ministeriales va a pasar de 40 a 29.
«Es una revolución», admitió Luo, pero también advirtió de que Ias reformas no pueden llevarse a cabo sin resistencia ni riesgos». «Sin embargo, no hay futuro si no reformamos concluyó. Las empresas no tendrán que depender tanto de los departamentos oficiales y los subsidios estatales a las unidades no administrativas se eliminarán en tres años.
El mayor riesgo es qué se va a hacer con los cuadros, o «tesoros del Estado» como les llamo Luo. El secretario del Gabinete dijo que la «reducción del tamaño del Gobierno y el ajuste de personal» estará completo para finales del presente año, pero llevará tres años «canalizar» a los cuadros en programas de reciclaje. No obstante, con un paro creciente por los despidos de las empresas estatales, muchos funcionarios temen lo peor.
También los economistas se muestran escépticos y recuerdan la historia de China en la que nadie ha tenido mucho éxito frente a la burocracia. «Es: una gran, idea, pero no estoy seguro de si llegará a ponerse en práctica con éxito», aseguró a la agencia Reuters Ding Jing-ping, director en funciones de Anderson Consulting en Pekín.»
3. EL MAOISMO EN CHINA POPULAR, EL MAOISMO EN ASIA Y EN LA URSS.
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JXYZ
Novato/a rojo/a
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· Mensaje n°1
Maoistas sovieticos
por JXYZ el Miér Ago 21, 2013 5:54 pm
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JXYZ
Novato/a rojo/a
Mensaje n°2
Re: Maoistas sovieticos

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//Consecuencias de la revolución rusa. Unión Soviética. Repercusiones internacionales. Estalinismo
Historia universal. URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Congreso de los Soviets. Comunismo de guerra. N
ueva política económica
Enviado por: Gerardo Bex
Idioma: castellano
País: España. EL RINCON DEL VAGO
1CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN RUSA: LA UNIÓN SOVIÉTICA. LAS REPERCUSIONES INTERNACIONALES. EL ESTALINISMO.
1. La URSS.
La dictadura revolucionaria que se impone en los primeros años tiene su base en los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos, órganos de poder estructurados piramidalmente desde el ámbito de localidad al de toda Rusia. En ellos residía tanto el poder ejecutivo como el legislativo o el control judicial, así como el poder militar, en base a los Comités militares revolucionarios . El gobierno, llamado Consejo de los comisarios del pueblo, es elegido por el Congreso de los soviets y controlado por el Comité ejecutivo central.
· Las elecciones a la Asamblea constituyente se celebraron en noviembre, cuando aún se luchaba por el poder en muchas regiones. De los 707 escaños que se debían cubrir , los bolcheviques sólo obtuvieron 175, es decir, un 25 % de los votos.En enero de 1918 se reunión la Asamblea, rechazando el reconocimiento del gobierno bolchevique y del poder de los Soviets. Antes de celebrar su segunda reunión fue disuelta por la fuerza por las milicias obreras.
· El Congreso de los soviets anunció su total soberanía, promulgando una constitución provisional que definía al nuevo Estado como República federal socialista y soviética.
· Se proclamó una declaración de los derechos de los pueblos de Rusia en la que se reconocía el derecho a la autodeterminación de todas las nacionalidades, incluyendo el derecho a separarse. Finlandia y Ucrania proclamaron su independencia. El cuarto Congreso de los Soviets de toda Rusia en 1918, a pesar de las declaraciones, no había intentado dar forma constitucional a los poderes vigentes.
· El Politburó creó una comisión para preparar una Constitución en la que se daban diferentes posturas, unos buscaban el debilitamiento del poder estatal, otros pretendían reforzarlo, unos pretendían ir hacia un federalismo efectivo , otros una república uniforme.
· Definitivamente la Constitución de la URSS no reconocía la división de funciones legislativa y ejecutiva. Todas las funciones del gobierno eran una sola que debía ejercerse con un único propósito y por una autoridad indivisible.
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· 1.1. La economía.
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· La difícil creación del nuevo estado soviético, que se enfrentaba en una guerra civil con sus opositores, va a dar lugar a un comunismo de guerra con requisas obligatorias de productos agrícolas y los pagos en especie ante la caída de la moneda.
· Desde el VIII congreso del partido comunista (1919) se había reconocido la necesidad de llamar a los especialistas burgueses que de hecho ya trabajaban en las industrias nacionalizadas por decreto.
· Él comunismo de guerra señala el momento álgido del riguroso control de los recursos: se nacionalizó la industria manufacturera, se prohibió el comercio privado y se eliminó parcialmente la moneda , y sobre todo, se incautaron los excedentes agrícolas.
· En el invierno de 1921, conforme terminaba la guerra civil, los líderes soviéticos tuvieron que enfrentarse a graves problemas, provocados tanto por la guerra como por la política económica del “comunismo de guerra”. La situación era catastrófica, destacando los siguientes aspectos:
· – Extensas zonas del antiguo imperio zarista se encontraban en total ruina económica.
· – La producción industrial era inferior a la conseguida antes de la revolución.
· – El nivel de vida de los obreros industriales, teóricos beneficiarios de la revolución , había disminuido.
· – La política de requisa de cereales a los campesinos era impopular y cada vez más contraproducente.
· – Las grandes ciudades veían disminuir su población , por lo que el caos industrial no se resolvía. La emigración al campo aumentaba alarmantemente.
· La respuesta a toda esta situación de desconcierto fue la puesta en marcha de la Nueva Política Económica (NPE) con el abandono de las requisas y la entrada en vigor de un único impuesto en especie sobre la producción agraria; pagado este , el campesino quedaba libre de comercializar el excedente que pudiera restarle.
· Simultáneamente al NEP agrícola se dio la NEP industrial devolviendo al sector privado, en 1921, las empresas con menos de 20 trabajadores y algunas industrias que estaban nacionalizadas se arrendaron a particulares.
· Para completar el NEP se realizó un plan de saneamiento financiero suprimiendo los antiguos rublos y cambiándolos por otros nuevos.
· Las medidas liberalizadoras de la NEP lograron la revitalización de la artesanía y la reanudación de actividades industriales y comerciales privadas. En el período anterior, el Estado intentó asumir por sí mismo todas las funciones de producción y distribución; con la puesta en marcha de la NEP la industria pesada , los transportes y las finanzas siguieron como propiedad del Estado pero la concurrencia privada adquiría importancia en otros sectores económicos, estableciéndose una economía de mercado limitado.
· Esta política económica fue considerada por los líderes soviéticos como un obligado y temporal paso atrás necesario por el fracaso de extender el comunismo al resto de Europa como creían posible, ya que aquello habría dado lugar a la destrucción del capitalismo…//… sigue…
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Esto parece pura fantasía, antidocto, antimarxista dirían y dirán muchos,…LA CUESTIÓN ES QUE LA HUMANIDAD ESTÁ EN UN CALLEJÓN SIN SALIDA, ESTÁ QUE NO TIENE LÍDERES INTELECTUALES, NI PARTIDOS U ORGANIZACIONES PROLETARIAS QUE ESTÉN A LAS ALTURAS DE LAS CIRCUNSTANCIAS Y NECESIDADES ACTUALES,…DE FUTURO,…No estoy hablando de crisis del marxismo,…estoy hablando de crisis social anímica, cultural, espiritual,…Hacer cosas tan apabullantes, tan grandes, tan universales, es impensable,…por eso que nos dejen como estamos,…si hay crisis, miserias, asesinatos, guerras,…que se acaben pronto y a seguir con mi trabajito, mi casita,…y si se puede con mi basito de vino,…y tomando el sol, la luna,…viendo las estrellas,…que no me toque el muerto por favor,…¡¡. A LA VEZ Y MUY IMPORTANTE,…LAS POLÍTICAS INTERIORES DECIDEN LAS EXTERIORES Y VICEVERSA,…ANALIZAR EN CONJUNTO ES PRIMORDIAL,…AUNQUE YA EXISTEN MILES Y MILES DE ANÁLISIS,…VALORACIONES DE TODOS LOS GUSTOS Y TENDENCIAS. PERO LA GRAN MAYORÍA QUIEREN VALORAR COMO NEGATIVAMENTE SOLO A PARTIR DE 1.956,…DESPUES DE LA MUERTE DE STALIN,…SOLO A PARTIR DE KRUSCHOV,…LA POLÍTICA INTERNA, LA EXTERNA,…TODOS, CASI TODOS, DAN POR BUENA LAS ACTUACIONES DE ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL,…POR PARTE DE LA URSS Y DEL PARTIDO PCUS, ANTES P. BOLCHEVIQUE,…Las valoraciones condicionan las actuaciones políticos de los grupos y entidades comunistas; creo que la mayoría son reformistas, evolucionistas, en definitiva publican que son comunistas y en la realidad científica no lo son,…
…//… continúa…//…
2. Las repercusiones internacionales.
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· 2.1. La salida de la guerra mundial.
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· A la propuesta de paz general dirigida a los alemanes con el propósito de conseguir un armisticio inmediato que evite perder la revolución en unos momentos en que la guerra civil está empezando, con un descontento creciente entre los campesinos y un desbarajuste económico total.
[( He leído que incluso representantes militares del frente ( soviets de soldados,…) les dijo a los reunidos, al partido de Lenin,…de que acababan con la guerra o vendrían los soldados y tomarían el poder en San Peterburgo,…quitánselo a los bolcheviques,…); los soldados estaban hartos de guerra,…Por ello planteo que al final el proletariado es utilizado,…con el tiempo,…por lo visto otra vez son sometidos,…Por ello las revoluciones proletarias, de liberación social,…son digamos de ida y vuelta,…de revuelta de empezar una y otra vez,…en condiciones distintas,…pero para la misma causa,…]. Esta noticia la encontré en Internet pero no sabía técnicamente como guardarla y archivarla,…Los pueblos chinos, soviéticos-rusos,…pasaron mucho,…aunque mejoraron algo,…pero las acumulaciones originarias «comunistas», mejor estatalistas-capitalistas,…fueron muy agresivas hacia los no poseedores,…me entienden,…los estatales, que unidos a los antiguos capitalistas,…enredados, enrolados y con acuerdos políticos diversos,…tenían realmente el poder de clase,…y estatal,…pero que pasa con los soviets, con el partido bolchevique,…también se reconvirtieron en explotadores estatales,…pues parece que sí,…de maneras prusianas,…cuando la lucha de clases no se desarrolla, o no se manifiesta,…o se entapona, se reprime,…la clase obrera,…quedas a merced de las nuevas relaciones de poder y de dominación de clase,…lo revolucionario,…se ponen en cuarenta,…se olvida,…se pasa por las armas,…)].
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Se opta por la paz a toda costa aceptando la renuncia de Polonia y los países bálticos por Rusia, reconocimiento de la independencia de Finlandia y Ucrania, así como la de la Rusia blanca sublevada a los soviets. El tratado se firmó en marzo de 1918.
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· 2.2. La guerra civil.
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· En distintas zonas del viejo imperio se organizaron núcleos de resistencia armada en torno a los restos del ejército zarista y sus generales. Serán los ejércitos blancos, pero estarán divididos tanto organizativa como políticamente.
· El apoyo de Inglaterra y Francia a los blancos fue total pero no consiguieron una cohesión política y militar capaz de luchar contra el ejército rojo organizado por Trostky.
· El gobierno revolucionario pasó por momentos graves durante esta contienda, sobre todo en el invierno de 1918 a 1919. A partir de la retirada de las tropas anglofrancesas la situación se invierte y a comienzos de 1920 el gobierno provisional controla todo el territorio de la antigua Rusia, excepto Polonia, Finlandia y países bálticos.
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· 2.3. La extensión de la revolución a Europa.
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· Durante las últimas fases de la guerra civil, en 1920, se hicieron grandes progresos en la normalización de relaciones con otros países: Estonia, Letonia, Lituania y Finlandia establecieron relaciones con la URSS. En 1921, Gran Bretaña suscribía un tratado comercial que suponía un reconocimiento de facto. Austria, Alemania ,Italia y los países escandinavos reconocieron también al gobierno bolchevique.
· Pero el objetivo de los líderes bolcheviques era la revolución comunista a escala mundial. La III internacional comunista reunida en Moscú en 1919 pretendía someter a obediencia rusa a los partidos obreristas del mundo. La mayoría de partidos que lo acataron eran escisiones de los grandes partidos obreros con muy escasa influencia en la vida política de sus países.
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· 3. El Estalinismo.
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· En abril de 1922 Stalin fue nombrado secretario general con la misión de depurar el partido de elementos de oposición y de situar en puestos clave a miembros de confianza. En diciembre e de ese año el X congreso del Soviet panruso acordó la fundación de la URSS formada por Rusia, Ucrania, Rusia blanca, Transcaucasia, con Moscú como capital, a la que se adhirieron posteriormente las de Uzbekistan, Turkmenistan y Tadzikistán. Se imponía la unidad territorial. Según una nueva concepción, cada ciudadano era antes que nada soviético.
· En julio de 1923 se puso en marcha la nueva constitución de la URSS . Se definieron en ella las competencias de la Unión (política exterior, comercio exterior, planificación económica, defensa, previsión y asistencia social) y las de las repúblicas, a las que se reconoce teóricamente el derecho a separarse de la Unión. El órgano supremo legislativo del estado es el Soviet supremo (formado por los delegados de los soviets de las diferentes repúblicas) que elige a un comité central ejecutivo dirigido por un presidente que ejerce las funciones de jefe de Estado, cuyos órganos permanentes son el Presidium y el Consejo de comisarios del pueblo, que es el que realmente ejerce el poder sobre los asuntos de gobierno. En la Constitución no se menciona el papel del partido comunista en el gobierno, pero de hecho el partido controla todos los puestos del poder político a través del Politburó.
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· La nueva Constitución intentaba conciliar un aparente federalismo con una fuerte centralización. Los Soviets pierden gran parte de su función combativa y su carácter de base, para ser más una institución piramidal, a la vez parlamentaria y ejecutiva. Se disciplinan y burocratizan el ejército y la administración.
· Al morir Lenin se acentuó la polémica sobre la edificación del socialismo y creció la lucha por el poder entre los líderes soviéticos. El proceso por el que José Stalin llegó a ser el dictador absoluto de la URSS es la liquidación sistemática de todo tipo de oposición. En el XIV congreso del partido (1925) se enfrentaron Stalin y Trostky defendiendo, respectivamente, las teorías acerca de la revolución permanente internacional (Trostky) y la consolidación de la revolución en un sólo país (Stalin). EL XIV congreso adoptó los puntos de vista de Stalin.
· Stalin fue haciéndose cada vez más con el apoyo de los cuadros y la organización del partido, desplazando a Trostky y a sus partidarios. Finalmente, Trostky fue excluido del partido en 1927 y desterrado en 1929.
· En el XV congreso del Pcus (1927) se comienza la política de colectivización por parte de Stalin, lo que significaba el abandono de la NEP. debido a :
· – El deseo de eliminar al campesino individual.
· – El deseo de dar prioridad a la industria pesada, lo que conectaba con la acumulación de capital y excedentes agrícolas.
· – La política de precios.
· – Los prejuicios contra el mercado y la psicología del salto adelante en la marcha del socialismo.
· La colectivización consolidó el control del Pcus en las áreas rurales, y aseguró la utilización de los precios agrícolas como base para la acumulación de capitales y del crecimiento de la industrialización. Toda ella realizada por el Estado, con grandes proyectos de complejos industriales y de electrificación.
· La eliminación de las industrias y empresas comerciales privadas fue mucho más simple: se extendió una red de grandes almacenes estatales, afixiándose con impuestos a los comerciantes particulares
Cliff argumenta que «la fuente más importante de ingresos estatales era el impuesto sobre el volumen de ventas, que es un impuesto indirecto». (21) Sin embargo, el impuesto sobre el volumen de ventas demuestra, de una manera indirecta, que la ley del valor se aplicó en la Rusia estalinista. Cliff muestra cómo se aplicó en Rusia. Pero no comprende que éste impuesto debe estar basado en algo. No importa cuánto añada al precio el Estado por la imposición de un impuesto adicional; el precio debe estar basado en algo. ¿Qué otra cosa puede ser esto sino el valor del producto, el tiempo de trabajo socialmente necesario contenido en él? ¿O creemos que el Estado simplemente decidió tales cosas sobre unas bases arbitrarias, es decir, por mandato administrativo, respaldado por la fuerza? Este es un argumento totalmente infantil, que ya fue demolido en las páginas de Anti-Dühring
. Engels ridiculizó el «impuesto por la espada» de Dühring, del cual supuestamente se extraía la plusvalía, cuando escribió:
«…O bien los supuestos gravámenes y tributos representan una suma de valor real, a saber, una suma producida por la clase trabajadora y productora de valor, pero que se apropia la clase de los monopolistas; esa suma de valor consta entonces de trabajo no pagado; en este caso, a pesar del hombre con el puñal en la mano, a pesar de los supuestos tributos y del supuesto valor de distribución, nos encontramos con la teoría marxiana de la plusvalía». (22)
El impuesto sobre el volumen de ventas en Rusia y las otras manipulaciones de la burocracia de ninguna manera invalidaron la ley del valor. ¿Cuál es la esencia de la ley del valor?. Que el valor del producto está determinado por la cantidad media de tiempo de trabajo socialmente necesario. Ese debe ser el punto de partida. Se manifiesta necesariamente a través del intercambio
. Marx dedicó una gran parte de su primer tomo de El Capital a la explicación del desarrollo histórico de la forma de la mercancía, desde el cambio accidental entre salvajes a través de transiciones, hasta llegar a la producción de mercancías por excelencia, la producción capitalista.
Incluso en una economía capitalista clásica la ley del valor no se revela directamente.Como ya se sabe, las mercancías se venden por encima o por debajo de su valor. Sólo por casualidad la mercancía se venderá por su valor real. En el tercer tomo de El Capital , Marx analiza el precio de la producción de las mercancías. Es decir, el capitalista sólo consigue el coste de producción de su mercancía, más la tasa media de beneficio. Así, a algunos capitalistas se les pagará por debajo del precio real y, a otros, por encima. Debido a la diferente composición orgánica de capitales diferentes, la ley del valor sólo se manifiesta de esta forma complicada. Esto se efectúa, por supuesto, a través de la competencia.
El monopolio es sólo un desarrollo más complicado de la ley del valor. Debido a la posición dominante conseguida por algunos monopolios, pueden imponer a la fuerza un precio por encima del valor de las mercancías, pero sólo a costa de que otras mercancías se vendan por debajo de su valor. Los valores totales producidos por la sociedad, aún así, supondrían lo mismo. En la medida en que se desarrolle el socialismo, la ley del valor se «desvanecería». Y Engels, habiéndose reído a carcajadas a costa de Dühring, termina señalando que bajo el socialismo «La gente será capaz de administrar todo de forma muy simple sin la intervención del famoso ‘valor’».//
Presentación al período de transición
En la plataforma de la C.C.I., adoptada en el primer congreso de la C.C.I. de Enero de 1976, el punto sobre las relaciones entre proletariado y Estado durante el período de transición quedó “abierto”:
«La experiencia de la revolución rusa ha hecho aparecer la complejidad y la gravedad del problema planteado por las relaciones entre la clase y el estado en el período de transición. En el período que viene, los revolucionarios no podrán esquivar este problema y deberán consagrar todos los esfuerzos necesarios para resolverlo». (Plataforma de la C.C.I., punto XV sobre la dictadura del proletariado).
En el marco de este esfuerzo se inscribe la decisión del segundo congreso de Révolution Internationale[1]. de abordar este problema y tratar de llegar a una resolución que marque el punto al cual ha llegado la discusión.
Ahora bien, este problema es de orden programático. Puesto que la plataforma de la C.C.I. es, desde el primer congreso, la única base programática para todas las secciones de la Corriente, es obvio que sólo el Congreso general de la C.C.I. es competente para decidir sobre la oportunidad y sobre el contenido de todo cambio eventual de la plataforma.
Al pronunciarse sobre una resolución sobre el período de transición, el segundo congreso de R.I. no modifica, pues, las bases programáticas de R.I. (al igual que todas las secciones de la C.C.I., R.I. no tiene bases programáticas distintas de las dela C.C.I.).
El congreso no hace más que recapitular el esfuerzo realizado en R.I. con respecto a la labor de examinar en profundidad este problema con el fin de poder inscribirlo mejor dentro del esfuerzo global del conjunto de la Corriente.
Los límites del aporte posible
Para poder orientarse mejor dentro de la complejidad de los problemas del período de transición, estos problemas se pueden agrupar alrededor de tres temas de preocupación, que distinguimos aquí con el único fin de tratar de hacer más cómoda la presentación del análisis:
· Las especificaciones generales que distinguen globalmente las bases del período de transición del capitalismo al comunismo de la génesis de los otros dos sistemas que lo precedieron en la historia;
· Las relaciones entre la clase revolucionaria y el resto de la sociedad a lo largo de período de transición, es decir, los problemas planteados por la comprensión de lo que es la “dictadura del proletariado” y, por consiguiente lo que debe ser la relación entre la clase revolucionaria y el Estado durante el período de transición;
· Finalmente, los problemas que conciernen el conjunto de las medidas “económicas” concretas de transformación de la producción social.
El trabajo de análisis de los revolucionarios no puede dejar sin respuesta al conjunto de estos problemas. Sin embargo, desde que Marx y Engels plantearon las bases del “materialismo científico”, los revolucionarios saben que, so pena de perderse en especulaciones de búsqueda de lo que Marx llamaba con desprecio “recetas para las ollas del futuro”, tienen que ser conscientes de los límites inmensos que les imponen la experiencia proletaria sobre ese terreno.
Marx subrayaba la amplitud de estos límites en 1875 en su critica del Programa de Gotha, cuando escribía: «¿Cómo se transformará el estado en una sociedad comunista? ¿Qué funciones sociales se mantendrán que sean análogas a las funciones actuales del estado?. Este problema sólo lo puede resolver la ciencia y no será combinando de mil maneras la palabra pueblo, con la palabra estado como se hará adelantar el problema a saltitos de pulga».
En esta misma conciencia lo que expresaba Rosa Luxemburgo en 1918 en su folleto sobre la revolución rusa: «Lejos de ser una suma de prescripciones preestablecidas que no hubiera más que poner en aplicación, la realización práctica del socialismo como sistema económico, social y jurídico es algo que reside en las nieblas del futuro. Lo que poseemos en nuestro programa no son sino algunos postes indicadores que muestran la dirección en la cual hay que buscar las medidas que habrá que tomar, indicaciones que, además, son fundamentalmente de carácter negativo (…) [El socialismo] tiene como condición previa, una serie de medidas violentas contra la propiedad, etc. Lo que es negativo -la destrucción- se puede decretar; lo que es positivo, la construcción, no. Son tierras vírgenes con problemas a millares. Sólo la experiencia es capaz de poner correctivos y de abrir caminos nuevos».
Además de este límite de orden general, la resolución está conscientemente limitada por el objetivo que se da. No pretende hacer una síntesis de todo lo que han podido destacar los revolucionarios sobre el período de transición. En particular, la resolución no aborda el problema de las medidas económicas de transformación de la producción social.
Agrupa por una parte, posiciones adquiridas desde hace tiempo por el movimiento obrero (antes de la experiencia de la revolución rusa) y que se vieron confirmadas como verdaderas fronteras de clase; por otra parte, posiciones sobre las relaciones entre la dictadura del proletariado y el estado del período de transición, sacadas principalmente de la revolución rusa y que, aunque no constituyan por sí mismas fronteras de clase, se basan sobre una experiencia histórica suficientemente desarrollada como para formar parte integrante de las bases programáticas de una organización revolucionaria.
Las posiciones de clase fundamentales: lo inevitable del período de transición; la preeminencia del carácter político de la acción del proletariado como condición y garantía de la transición hacia la sociedad sin clases; el carácter mundial de esta transformación; la especificidad del poder de la clase obrera, particularmente el hecho de que el proletariado al contrario de las otras clases revolucionarias de la historia, en vez de afirmar su poder político con el fin de consolidar una posición de clase dominante económicamente, posición que no poseerá jamás, actúa hacia la eliminación de toda dominación económica de clase, con la eliminación de las clases mismas; la imposibilidad para el proletariado de utilizar el aparato de estado burgués y la necesidad de la destrucción de este último como primera condición del poder político proletario; la inevitable existencia de un estado durante el periodo de transición, aunque profundamente diferente de los estados que han existido antes en la historia.
Todas estas posiciones constituyen ya por si mismas un rechazo categórico de todas las concepciones socialdemócratas, anarquistas, autogestionarias y modernistas que hicieron estragos en el movimiento obrero desde sus primeros tiempos y sirven hoy como pilares ideológicos de la contrarrevolución.
Sobre la base de estas posiciones de clase fundamentales la resolución destaca, principalmente a partir de la experiencia de la revolución rusa, indicaciones sobre el problema de la relación entre proletariado y estado en el período de transición durante la dictadura del proletariado; como por ejemplo, la comprensión del carácter inevitablemente conservador del estado de transición; la imposibilidad de identificación del proletariado o de su partido con este estado; la necesidad para la clase obrera de entender sus relaciones con ese Estado en que participa como clase políticamente dominante, como una relación de fuerza: «Dominar la sociedad, es también dominar el Estado»; Necesidad de la existencia y del refuerzo (armado) de las organizaciones propias y especificas de la clase obrera (única clase organizada como tal en la sociedad), organizaciones sobre las cuales el Estado no puede tener ningún poder coercitivo
Estas indicaciones afirman un rechazo de las concepciones que pudieron servir de base mistificadora a la «contrarrevolución que se desarrolla en Rusia bajo la dirección del partido bolchevique y que siguen adoptando hoy el conjunto de las corrientes estalinistas y trotskistas, como fundamento teórico de la presentación del capitalismo de Estado como sinónimo de socialismo».
Estas indicaciones constituyen pues, una verdadera defensa contra un conjunto de concepciones erróneas contra las cuales el proletariado se va a tropezar mañana en su asalto mundial contra el capitalismo.
Sin embargo, por importantes que puedan ser mañana las consecuencias de estas posiciones en la lucha proletaria, es necesario comprender hoy los limites reales de este aporte:
Las experiencias históricas sobre las cuales se fundan estas posiciones, con respecto a las relaciones entre clase y estado de transición, siguen siendo demasiado poco numerosas, demasiado especificas para que las conclusiones que se sacan puedan ser consideradas hoy por los revolucionarios como fronteras de clase, es decir posiciones que son partes claramente definidas de la línea de demarcación que separa el terreno burgués del terreno proletario.
Las fronteras de clases no pueden ser comprendidas y definidas por los revolucionarios en función de una experiencia histórica insuficiente o de su apreciación del futuro, sino sobre una base experimental, suministrada por la historia misma de las luchas proletarias, que sea suficientemente neta y clara como para permitir sacar lecciones indiscutibles[2].
Hay pues que subrayar aquí el carácter expresamente limitado de los puntos que podemos considerar adquiridos sobre este problema, el rechazo de la identificación del proletariado o de su partido con el Estado de transición; la definición de la dictadura del proletariado con respecto al estado como una dictadura de clase sobre el Estado y de ningún modo del estado sobre la clase; el hacer resaltar la autonomía de las organizaciones propias del proletariado con respecto al Estado como condición primera de una verdadera autonomía y de una vida verdadera de la dictadura del proletariado.
Estos puntos son abstractos y generales. No ser sino «algunos grandes postes indicadores que enseñan la dirección en la cual hay que buscar las medidas que se deberán tomar, indicadores de carácter a menudo negativo». Las formas precisas en las cuales podrán concretizarse siguen siendo “tierra virgen” que sólo la experiencia permitirá desbrozar.
Una condición de eficacia de la organización revolucionaria en el saber darse cuenta no solamente de lo que sabe y puede saber sino también de lo que no sabe ni puede todavía saber. De esto depende su capacidad para saber elaborar un verdadero rigor programático así como para saber hacer suyos a tiempo, en la acción de la clase, los aportes fundamentales que sólo la práctica viva de la clase obrera podrá suministrar.
El desconocimiento generalizado de la historia del movimiento obrero, agravado por la ruptura orgánica que separa a los revolucionarios de hoy de las viejas organizaciones políticas de la clase, han hecho que el análisis sobre el cual nos pronunciamos aparezca como un “invento”, una “originalidad” de la C.C.I. Una evocación breve de la manera como el problema fue abordado (habría casi decir “descubierto”) por los revolucionarios desde Marx y Engel, bastará para demostrar la falsedad de tal visión.
En el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, que no emplea todavía la formula “dictadura del proletariado”, “el primer paso en la revolución obrera” se define como«la subida del proletariado al rango de clase dominante, la conquista de la democracia». Esta conquista, de hecho, no es más que la conquista del Estado burgués que el proletariado debería utilizar para «arrancarlo poco a poco toda especie de capital a la burguesía, para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del estado –del proletariado organizado como clase dominante- y para aumentar lo más rápidamente posible la masa de las fuerzas productivas». Aunque la idea de la desaparición inevitable de todo Estado está ya establecida desde “Miseria de la Filosofía”, aunque la inevitabilidad de la existencia de un estado durante los “primeros pasos de la revolución obrera” está presente, el problema de la relación entre clase obrera y estado del período de transición se entrevé a penas.
Fue con la Comuna de París y su experiencia cuando y como el problema comienza realmente a percibirse a través de las lecciones que Marx y Engels sacaron de ella; necesidad de la destrucción del aparato de Estado burgués por el proletariado, establecimiento de un aparato completamente diferente que «ya no es un Estado en el sentido propio de la palabra» (Engels) en la medida en que ya no es un órgano de opresión de la mayoría por la minoría. Un aparato cuya naturaleza como “peso heredado del pasado” está claramente subrayado por Engels, cuando habla de él como de una plaga, una plaga que hereda el proletariado en su lucha para llegar a su predominio de clase, pero de la cual deberá, como lo hizo la Comuna y en la medida de lo posible, atenuar los efectos, hasta el día en que «una generación criada en una sociedad de hombres libres e iguales pueda deshacerse de todo ese fárrago gubernamental» (Prefacio de la Guerra Civil en Francia). Sin embargo, a pesar de que en la Comuna se hubiera intuido la necesidad de que el proletariado debería mantener viva una total desconfianza en ese aparato heredado del pasado (el proletariado, escribía Engels «tenia que tomar precauciones contra sus propios subordinados y sus propios funcionarios declarándolos, sin excepción y en todo momento amovibles») y, por el hecho de que la experiencia de la Comuna de París fue muy corta y circunscrita y que no se podía plantear el problema de las relaciones entre el proletariado, el estado y las demás clases no explotadoras de la sociedad, una de las ideas principales que fue sacada de la Comuna fue la de la identificación de la dictadura del proletariado con el Estado del período de transición. Así, tres años después de la Comuna de París, Marx escribía en su Crítica del programa de Gotha: «Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista, se sitúa el período de transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este período corresponde igualmente una fase de transición política, en donde el estado no puede ser otra cosa que la dictadura revolucionaria del proletariado».
Será ésta base teórica la que Lenin volverá a formular en el concepto del “estado proletario” en “el estado y la Revolución”; es sobre ella que los bolcheviques y el proletariado ruso instauran la dictadura del proletariado en 1917.
Las condiciones en las cuales debió desarrollarse esta tentativa proletaria, por el hecho mismo que acumulaban las mayores dificultades para el mantenimiento de un poder proletario (aplastante mayoría de campesinos en la sociedad, necesidad de sostener inmediatamente una guerra civil despiadada, aislamiento internacional de Rusia, debilidad extrema del aparato productivo destruido por la primera guerra mundial y luego por la guerra civil), todas esas condiciones tuvieron como resultado el que estallara, en toda su amplitud, el problema de la relación entre dictadura del proletariado y estado
La dura realidad de los hechos debía demostrar que no bastaba con bautizar al estado como «proletario» para que éste actuase en función de los intereses revolucionarios del proletariado; que no bastaba con poner el partido proletario a la cabeza del estado (hasta el punto de identificarse completamente con él) para que la máquina estatal siguiese el curso que los revolucionarios querían imprimirle.
El aparato de estado, la burocracia de estado, no podía ser la expresión de los intereses de la clase proletaria. Aparato encargado de asegurar la supervivencia de la sociedad, no podía expresar sino los intereses de la supervivencia de la economía moribunda rusa. Lo que los marxistas habían repetido desde los primeros tiempos quedaba comprobado con claridad meridiana: los imperativos de la supervivencia económica se imponían despiadadamente a la política del Estado. Y la economía estaba lejos de poder ser influenciada en un sentido proletario.
Lenin acabó manifestando su impotencia ante la situación, durante el XI° congreso del partido, un año después del principio de la N.E.P.: «Sed capaces vosotros, comunistas, vosotros, obreros, vosotros parte consciente del proletariado que os habéis encargado de dirigir el Estado, sed capaces de hacer que el estado que tenéis en vuestras manos actúe a “voluntad vuestra… el Estado se encuentra en nuestras manos pero ¿ha funcionado en la nueva política económica según nuestra voluntad? ¡NO!… ¿ y cómo ha funcionado entonces?. Se escapa el automóvil de entre las manos; por lo visto hay quien lo guía, pero el automóvil sigue otro camino como si otro hombre lo condujera de forma clandestina»
La identificación del partido proletario con el estado no logra someter al estado a los intereses del estado ruso. Es así que, bajo la presión de los imperativos de la supervivencia del estado ruso (en el cual los bolcheviques veían la encarnación misma de la dictadura del proletariado –se trataba de la salvaguardia “del bastión proletario”), el partido bolchevique terminó por someter la táctica de la Internacional Comunista a los intereses de Rusia (alianzas con los grandes partidos social – patrioteros europeos con vistas a que se aflojara el “cordón sanitario” que ahogaba a Rusia); fue bajo ésta presión que fue firmado el tratado de Rapallo con el imperialismo alemán; fue también para evitar el debilitamiento del poder del aparato de estado “proletario”(y en su nombre) por lo que fueron aplastados los insurrectos de Krondstadt por el Ejercito Rojo.
En cuanto a las masas obreras, si la identificación de su partido con el Estado había llegado a amputarles su vanguardia en el momento mismo en que más la necesitaban la idea de la identificación de su poder con el estado no sirvió más que para dejarlas impotentes y confusas ante la opresión creciente de la burocracia estatal[3].
La contrarrevolución que redujo a cenizas la dictadura del proletariado había surgido del órgano mismo que los revolucionarios, durante decenas de años, habían creído poder identificar con la dictadura del proletariado.
Pero el largo proceso de sacar las lecciones de la experiencia rusa comenzó desde los principios de la revolución misma.
En medio de una confusión inevitable, atacando aspectos parciales y sin comprender muchas veces el fondo mismo de los problemas, en medio de los torbellinos de una revolución cuyas características de degeneración empezaron a aparecer desde el principio, surgieron las primeras reacciones teóricas. Las críticas de Rosa Luxemburgo, realizadas en 1918, en su folleto sobre la revolución rusa contra la identificación de la dictadura del proletariado con la del partido, al igual que su crítica de toda limitación por el Estado de la vida política de la clase obrera, llevaban en sí las bases de la crítica de la identificación del proletariado con el estado del período de transición. Rosa Luxemburgo, a pesar del hecho de considerar siempre al estado de transición como un “Estado proletario”, a pesar de mantener la idea de la “conquista del poder por el partido socialista”, destaca lo que constituye el único medio real de atenuar los maléficos efectos de la plaga que es el estado como decía Engels: «El único medio eficaz que puede tener a mano la revolución proletaria son, aquí como siempre, medidas radicales de naturaleza social y política, la transformación más rápida posible, las garantías sociales de existencia en la masa y el despliegue del idealismo revolucionario, que sólo se puede mantener de manera duradera con una vida inmensamente activa de las masas, dentro de una libertad política ilimitada».
En Rusia y en el seno mismo del partido bolchevique, el desarrollo de la burocracia del estado y, por consiguiente, del antagonismo entre proletariado y poder estatal provocó, desde los primeros años el nacimiento de reacciones tales como la del grupo de Osinsky o más tarde, del Grupo Obrero de Miasnikov que, al poner en tela de juicio la burocracia, planteaba ya, aunque de manera confusa, el problema de la naturaleza del estado durante el período de transición.
Pero fue seguramente en la polémica entre Lenin y Trotsky, en el X° congreso del partido a propósito de la cuestión de los sindicatos, cuando la cuestión de la naturaleza del estado fue planteada de la manera más aguda. En efecto, contra Trotsky, que defendía la idea de una integración mayor de los sindicatos obreros dentro del aparato de estado con el fin de encarar mejor las dificultades económicas, Lenin opuso la necesidad de salvaguardar la autonomía de esas organizaciones de clase para que los obreros pudieran defenderse de «los abusos nefastos de la burocracia estatal». Lenin hasta llegó a afirmar que el estado no era «obrero, sino obrero y campesino con numerosas deformaciones burocráticas». Aunque es cierto que estos debates se desarrollaban en medio de una confusión generalizada (para Lenin las divergencias con Trotsky no lo eran sobre cuestiones de principio sino que resultaban de consideraciones contingentes), no por ello dejan de ser auténticas expresiones de la búsqueda del proletariado de respuestas al problema de las relaciones entre su dictadura y el estado.
Las Izquierdas Holandesa y Alemana, después de haber reaccionado en el mismo sentido que Rosa Luxemburgo frente al desarrollo de la burocracia de estado contra el proletariado en Rusia y, habiendo tenido que afrontar los problemas de la degeneración de la política internacional de la I.C., empezaron a desarrollar la crítica de lo que llamaron “socialismo de estado”. Sin embargo, el trabajo de Appel (Jan Appel era militante del KAPD), hecho en colaboración con la izquierda holandesa sobre los “Principios de base de la distribución comunista” aborda sobre todo la cuestión del período de transición desde el punto de vista económico, confirmando en lo político, fundamentalmente, las ideas principales de Rosa Luxemburgo.
Con los trabajos de la Izquierda Italiana en Bélgica y, particularmente con los artículos de Mitchell publicados a partir del N° 28 de Marzo-Abril de 1936 de la revista “BILAN”, las bases teóricas para una comprensión más profunda del problema quedaron planteadas: BILAN fue el primero en afirmar con claridad el carácter nefasto de toda identificación de la dictadura del proletariado con el Estado del período de transición y en subrayar paralelamente la importancia de la autonomía de la clase y de su partido con respecto a ese estado.
Sin embargo, los bolcheviques, en medio de las terribles dificultades contingentes, no consideraron nunca al estado como «una plaga que el proletariado hereda y de la que éste tiene que atenuar los efectos más maléficos» (Engels), sino como un órgano que se podía identificar completamente a la dictadura del proletariado, es decir, el Partido.
De ahí resultó la alteración principal de que el fundamento de la dictadura del proletariado no era el partido, sino el estado el cual, a causa de esa inversión, se encontró situado en condiciones de evolución que desembocaron, no en su desaparición, sino en el refuerzo de su poder coercitivo y represivo. De instrumento de la revolución mundial, el estado proletario se veía inevitablemente destinado a volverse un arma de la contrarrevolución mundial.
Aunque Marx, Engels y sobre todo Lenin hayan subrayado muchas veces la necesidad de oponer al Estado su antídoto proletario, capaz de impedir su degeneración, la revolución rusa, lejos de asegurar el mantenimiento y la vitalidad de las organizaciones de clase del proletariado, las esterilizó al incorporarles en el aparato de Estado y, de este modo, devoró su propia subsistencia.
El análisis de Bilan contienen todavía titubeos y debilidades, en particular con respecto al análisis de la naturaleza de clase del estado del período de transición considerado como “Estado proletario”.
Estos titubeos y estas insuficiencias inevitables serán superadas por los análisis de INTERNATIONALISME en 1945 (ver artículo “La naturaleza del Estado y la revolución proletaria” publicado en el N° 1 del boletín de estudio y de discusión de Révolution Internationale, enero de 1973). INTERNATIONALISME afirma ya de manera clara y basándose en criterios objetivos de análisis sobre el carácter económico y político del período de transición, la naturaleza no proletaria y antisocialista del estado en el período de transición:
«El Estado, en la medida en que se reconstituye después de la revolución, expresa la inmadurez de las condiciones de la sociedad comunista. Es la superestructura política de una estructura económica que no es todavía socialista. Permanece como algo extraño y opuesto al socialismo. Del mismo modo que la fase transitoria es algo inevitable histórica y objetivamente y por la que tiene que pasar el proletariado, el Estado es un instrumento de violencia inevitable para el proletariado, quien lo utiliza contra las clases que ha expropiado pero con el cual no puede identificarse (…). La experiencia rusa puso particularmente en evidencia el error teórico de la noción de estado obrero, de la naturaleza de clase proletaria del estado y de la identificación de la dictadura del proletariado con la utilización, por el proletariado, del instrumento de coerción que es el Estado».
Internationalisme saca de la experiencia de la revolución rusa la necesidad vital para el proletariado de aprender a ejercer un control estricto y permanente sobre el aparato de Estado siempre listo para convertirse, al menor retroceso, en la fuerza principal de la contrarrevolución:
«La historia y la experiencia rusa ha demostrado que no existe estado proletario propiamente dicho sino un estado en manos del proletariado, cuya naturaleza permanece anti-socialista y que, apenas la vigilancia política del proletariado se debilita, se convierte en la plaza fuerte, el centro de reunión y la expresión de las clases expropiadas de un capitalismo que renace».
En fin, aunque todavía impregnado de ciertas concepciones de la izquierda italiana de la cual proviene, particularmente respecto a la cuestión del partido y de los sindicatos, pero ya con la visión clara de la clase obrera como verdadero sujeto de la revolución, INTERNATIONALISME afirma la necesidad de la libertad política más completa de la clase y de sus órganos unitarios (considera aún como tales a los sindicatos) con respecto al estado, insistiendo en el rechazo de toda violencia de éste último contra aquellos. Es también el primero en establecer una verdadera coherencia entre los problemas políticos y los problemas económicos que se plantean durante el período:
«Esta fase transitoria del capitalismo al socialismo, bajo la dictadura política del proletariado, se traduce, por una política enérgica que tiende a disminuir la explotación de la clase, a aumentar constantemente la parte del proletariado en el ingreso nacional, del capital variable en relación con el capital constante (…) Esta política no la puede dar una afirmación programática del partido y todavía menos serle atribuida al estado, órgano de gestión y de coerción. Esta política encuentra su condición, su garantía y su expresión en la clase misma y exclusivamente en ella, en la presión que ejerce la clase en la vida social, en su oposición y su lucha contra las demás clases (…) Toda tendencia a disminuir el papel de los sindicatos después de la revolución, quien impidiese la libertad de acción sindical y de la huelga bajo pretextos de la existencia del “estado obrero”, quien favoreciese la intromisión del Estado en los sindicatos, quien, a través de la teoría aparentemente revolucionaria de darle la gestión a los sindicatos, incorporarse de hecho estos últimos en la máquina estatal, quien preconizase la violencia en el seno de proletariado y de su organización pretextando y cubriéndose con la mejor intención revolucionaria de “la meta final”, quien impidiese la existencia de la más amplia democracia por el simple juego de la lucha política y de las fracciones dentro del sindicato, expresaría una política antiobrera, falsificando las relaciones del partido y de la clase, debilitando la posición del proletariado en la fase transitoria. El deber comunista sería el denunciar y combatir con la energía más fuerte todas esas tendencias y obrar por el pleno desarrollo y la independencia del movimiento sindical, indispensable para la victoria de la economía socialista».
Fue pues Internationalisme quien supo definir el marco teórico general en el cual el problema de las relaciones entre la dictadura del proletariado y el estado en el período de transición podía por fin ser planteado sobre bases sólidas y coherentes.
Es inscribiéndose enteramente en este proceso que la resolución presentada en el congreso se concibe como una tentativa de reapropiación de los principios adquiridos del movimiento obrero sobre este tema y un esfuerzo par continuar la obra permanente de profundizar las bases programáticas de la lucha revolucionaria del proletariado.
Se puede ver hasta que punto esta resolución no tiene nada que ver con un “descubrimiento” de la CCI. Pero se ve también la responsabilidad histórica que pesa sobre los miembros de la organización revolucionaria al asumir esta herencia.
Contribución al Congreso de R.I. sobre el periodo de transición
1. Entre el capitalismo y el socialismo existe inevitablemente un período mas o menos largo de transición de uno al otro. Es transitorio por el hecho de que no conoce un modo de producción propio ni estable. Su característica específica consiste en el trastorno ininterrumpido y sistemático que ejerce sobre el modo de producción. A través de medidas políticas y económicas, va socavando hasta los cimientos del viejo sistema y crea las bases de nuevas relaciones sociales: el comunismo.
2. El comunismo es un sociedad sin clases. El período de transición, que no se desarrolla realmente sino después del triunfo de la revolución a escala mundial, es un período dinámico que tiende hacia la desaparición de las clases, pero que contiene todavía la división en clases y la persistencia de intereses divergentes y antagónicos en la sociedad.
3. Al contrario de los demás períodos de transición de la historia, que se desarrollaron todos en el seno de la antigua sociedad y culminaban en la revolución, el período de transición del capitalismo al comunismo no puede comenzar sino después de la destrucción de la dominación política del capitalismo y, en primer lugar, de su estado. La toma del poder político general en la sociedad por la clase obrera, la dictadura del proletariado, precede, condiciona y garantiza la marcha de la transformación económica y social.
4. A diferencia de las revoluciones burguesas que tuvieron la región o la nación como marco, el socialismo no puede realizarse sino a escala mundial. La extensión de la revolución y de la guerra civil es pues el acto primordial que condiciona las posibilidades y el ritmo de la transformación económica y social en el país o los países en donde el proletariado a tomado ya el poder político
5. Producto de la división de la sociedad de clases, la dictadura del proletariado se distingue, sin embargo, del poder de las clases dominantes del pasado esencialmente por las características siguientes:
· al no ser una clase económicamente dominante, la clase obrera no ejerce su poder para defender privilegios económicos (que no posee ni poseerá jamás), sino para destruir todos los privilegios;
· en consecuencia, el proletariado no necesita en absoluto esconder sus fines, como las otras clases; ni mistificar a las demás clases presentando su dictadura como el reino de la “libertad, igualdad y fraternidad”;
· esta dictadura no tiene como función la de perpetuar la situación existente, sino al contrario, es revolucionaria para poder garantizar el acceso a la sociedad verdaderamente humana sin explotación ni opresión.
6) En toda sociedad dividida en clases, para impedir que los antagonismos que la agitan estallen en luchas permanentes llegando a amenazar el equilibrio y poniendo en peligro hasta su propia existencia, surgen superestructuras, instituciones cuyo coronamiento es el estado cuya función consiste esencialmente en mantener esas luchas dentro de un marco apropiado, adaptándose y conservando la infraestructura existente.
7) El período de transición al socialismo es, como lo hemos visto, todavía una sociedad en la cual subsiste la división en clases. Por esta razón surge necesariamente este organismo superestructural, ese mal inevitablemente, es el estado. Pero diferencias substanciales distinguen este estado del Estado de las sociedades antiguas divididas en clase. La experiencia de la Comuna de París puso de evidencia:
· En primer lugar, el hecho de que, por primera vez en la historia, es el estado de la mayoría de las clases explotadas y no explotadoras contra la minoría (las viejas clases dominantes expropiadas) y no de una minoría explotadora oprimiendo a la mayoría.
· Por el hecho de que no se constituye sobre una capa especializada, los partidos políticos, sino sobre la base de delegados elegidos por las organizaciones territoriales, los consejos locales, y revocables por ellas;
· Que toda organización estatal excluye categóricamente toda participación de las capas y clases explotadoras, privadas de todo derecho político o cívico;
· Que la remuneración de sus miembros no puede ser jamás superior a la de los obreros.
En este sentido los marxistas podían, con razón, hablar de un semi-Estado, de unEstado en vías de extinción.
8) La experiencia de la revolución rusa victoriosa aportó enseñanzas precisas, aunque negativas, sobre la relación entre la dictadura del proletariado y la institución estatal durante el período de transición:
· La función de los partidos políticos del proletariado se distingue fundamentalmente de la de los partidos burgueses, particularmente por el hecho que no son ni pueden ser organismos de estado. De la misma manera que los partidos de la burguesía no pueden existir sin tender a integrarse en el aparato de estado, la integración de los partidos obreros en el estado después de la revolución los desnaturaliza y les hacer perder completamente su función específica en la clase.
· Si es verdad que, por su función el estado se confunde con la conservación del estado social existente, el Estado en las sociedades de explotación no puede más que identificarse con la clase económicamente dominante en el sistema y convertirse en la expresión principal de sus intereses generales y de su unidad en el interior mismo de esa clase y frente a las demás clases de la sociedad, nada de eso existe para el proletariado quien, por no ser dominante económicamente, no tiende a conservar el estado de cosas existente sino a trastornarlo y a transformarlo. Su dictadura no puede encontrar en una institución, por excelencia conservadora, como es el Estado, su expresión autentica y total. No hay ni puede haber estado socialista. Estado y socialismo se excluyen por definición. Por ser el socialismo el interés histórico del proletariado, su substancia en desarrollo, no hay identificación entre el uno y el otro. En consecuencia, de la misma manera que se debe hablar de proletariado socialista, no se puede hablar de “Estado obrero” ni de Estado proletario.
· Por eso pensamos que, sobre la base de la experiencia de la revolución rusas, una distinción neta tiene que hacerse entre el Estado del período de transición –que el proletariado no puede dejar de utilizar y someter en todo instante a su dictadura- y esta dictadura misma. Políticamente, la identificación entre las instituciones estatales del período de transición y la dictadura del proletariado ha acarreado mucho mal a la dictadura revolucionaria del proletariado y ha servido perfectamente como medio de mistificación a la contrarrevolución en Rusia, bajo la dirección del partido bolchevique en degeneración.
· El estado del Período de transición, con todas sus alteraciones y límites, tiene todavía todos los estigmas de una sociedad dividida en clases. No puede ser jamás el órgano que concentra y simboliza el socialismo. Solamente la clase proletaria es la clase portadora del socialismo. Su dominación sobre la sociedad es también su dominación sobre el estado y esto sólo lo puede llevar a cabo a través de su dictadura de clase.
9) La dictadura del proletariado debe definirse por:
· la necesidad de mantener la unidad y la autonomía de la clase en sus organizaciones propias: los consejos obreros; al mismo tiempo que se pronuncia por la disolución de toda organización propia de las demás clases como tales.
· porque dicta como regla general su hegemonía en el seno de la sociedad, lo cual se traduce en su participación hegemónica en el seno de la organización de la que dimana el estado, pero prohibe a las demás clases todo derecho de intervención dentro de su propia organización de clase.
· se impone como única clase armada independientemente de toda intromisión del resto de la sociedad y, particularmente, del Estado.
[1] Sección de la CCI en Francia
[2] Las “bases programáticas” de una organización revolucionaria las constituye un conjunto de posiciones de principio y de análisis que definen el marco general de su acción. Las posiciones “fronteras de clase” forman parte de ellas y representan inevitablemente su esqueleto de base. Pero la acción de una organización revolucionaria no se puede definir solamente con fronteras de clase. La necesidad de la mayor coherencia posible en su intervención la obliga a buscar la mayor coherencia en sus concepciones y, así pues, a definir lo más profundamente posible el marco general que relaciona entre sí a las diferentes posiciones de clase, situándolas en una visión coherente y global de las metas y de los medios de la lucha revolucionaria del proletariado
[3] Estos dos elementos explican en parte la confusión, a veces extrema, que caracteriza los sobresaltos proletarios contra la contrarrevolución estatal (Krondstadt).
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6. NACIMIENTO E HISTORIA POLÍTICA DEL PODER POLÍTICO DE LAS MULTINACIONALES:
He leído bastante, aunque sé que es poca cosa, DE LAS MULTINACIONALES IMPERIALISTAS, DE LOS ESTADOS IMPERIALISTAS. DEL CAPITAL MONOPOLISTA DE ESTADO AL «IMPERIALISMO FASE SUPERIOR(*) DEL CAPITALISMO, LENIN».
(*) Parece que se entendió como lo no va más del capitalismo,…que de ahí a su destrucción, terminación por una forma u otras. Como continua,…y las gentes políticas teóricas no saben qué hacer,…se desmayan, se arrugan y se polvorizan. POR ELLO ESTE Y TODOS LOS ARTÍCULOS ELABORADOS EN ESTE BLOG Y EN OTROS MEDIOS DE PROPAGANDA,…¡¡
Las multinacionales,…ya aparecen descritas por Lenin entre otros,…quizás con otros términos,…y hoy en día difieren bastantes,…por sus acciones, poder político-económico,…y sus procesos hasta llegar a las multicorporaciones, que son fusiones-uniones de diversas multinacionales, de diversas tareas o de diversas entidades,…países, accionistas,…donde hoy con 35 bancos multinacionales controlan el poderío político global,…donde el capital es mancomunado,…muy concentrado y centralizado,…y casi con un solo orden jerárquico de poder,…la ONU-OTAN,…Por ello las webs que están llenas de artículos sobre las mismas, ilustran y se puede recurrir a ellas,…
EMPECÉ TITULANDO LA CUESTIÓN DE LOS SOVIETS,…LA CLASE OBRERA Y CAMPESINA,…DE EUROPA, ASIA,…ES ÉSTA UNA EXPERIENCIA MUNDIAL,…CADA COSA A SU MODO., A SU TIEMPO,…LO QUE SE DESTACA ES COMO PIERDEN SUS CONTENIDOS, SUS CARACTERÍSTICAS DE PODER,…PERO DE CLASE PROLETARIA-POPULAR,…EL CAPITALISMO SE REPRODUCE,…CUANDO DIGAMOS QUE ES VENCIDO SE SIGUE REPRODUCIENDO,…LAS DINÁMICAS, LAS INERCIAS,…HAY QUE RECONOCERLO, SABERLO,…EL POR QUÉ SE REPRODUCE,…UNA Y OTRA VEZ LA LUCHA SOCIAL APARECE AUNQUE SEA REPRIMIDA,…LAS CONTRADICCIONES SOCIALES, LA LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA SOCIAL,…ES MUY FUERTE,…LA VIDA REPRODUCE LA LUCHA POR LA VIDA,…VIVAN LOS NUEVOS Y ANTIGUOS SOVIETS, COMUNEROS, PARTISANOS,…JUNTAS JORNALERAS,…LAS PLATAFORMAS OBRERAS, SOCIALES,…AL FINAL TODO CASI ES LO MISMO,…SE ENCAJONA, SE DETERMINA LAS ACCIONES SOCIALES EN EL PROCESO DE REPRODUCCIÓN SOCIAL.
Publicado por lukymalaga
¡¡ LA NUEVA LUCHA INTERNACIONAL PROLETARIA Y LA HISTORIA POLÍTICA DE LOS SOVIETS ¡¡

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